Qué difícil escribir.
Hay momentos en los que uno siente ese impulso, y donde las palabras brotan del pensamiento.
Hay momentos donde uno le querría decir tantas cosas a otra persona... lo tiene ahí, en la punta de la lengua. Listo para ser largado. Pero ALGO nos hace no decirlo, no largarlo.
Y ahí estás vos, con tanto que decir pero sin poder hacerlo.
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